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Cómo prevenir y curar la carne orgullosa | Revista Equine Wellness
Imagina que estás de paseo y de repente tu caballo se asusta, choca contra una valla y se corta. La herida no es lo bastante grave como para suturarla, así que decides curártela tú mismo. Coges el betadine o la clorhexidina, un cubo y una gasa. Diluyes el producto, friegas bien la zona y la aclaras, aplicas ungüento y vendas la herida. Luego repites el mismo proceso dos veces al día. Por desgracia, al cabo de un par de semanas, la laceración empieza a desarrollar un exuberante tejido de granulación o carne orgullosa a pesar de tus cuidados constantes. Ahora debes llamar al veterinario para que la extirpe quirúrgicamente y empezar de nuevo el proceso. ¿Por qué parece ocurrir siempre esto, y cómo puedes evitarlo?
Comprender la carne orgullosa (y lo que no hay que hacer)
Una capa de ácidos grasos y aceites conocida como sebo recubre la piel y crea una barrera impermeable que la protege y alimenta. Cuando la piel es penetrada o comprometida, esta barrera se rompe. Para curarse, la piel debe reepitelizarse (sustituir las células) y restaurar la capa de sebo.
Nuestro objetivo debe ser ayudar en este proceso. Sin embargo, si se adopta un enfoque equivocado, podemos hacer más mal que bien. El betadine y la clorhexidina son suficientes como exfoliantes o champús antibacterianos/antifúngicos. Los productos que contienen estos ingredientes están diseñados para eliminar los restos de piel, y ambos son fuertes y funcionan como astringentes. Sin embargo, tienen un efecto muy resecante.
Cuando el tejido se seca, se contrae y crea inflamación con el movimiento. A menudo se utilizan bálsamos para resolver este problema, pero los bálsamos son emolientes o aceites pesados que se asientan en la superficie de la piel reteniendo la humedad. Si la piel está seca al principio, los emolientes sólo retienen la sequedad y repelen la entrada de agua en la piel.
Antes de aplicar el ungüento, la mayoría de los cuidadores de caballos frotan la zona herida con una gasa. A menudo es necesaria una limpieza mecánica para eliminar cualquier resto. Pero las limpiezas posteriores deben orientarse más a eliminar el ungüento y los restos de piel (causados por la inflamación). Si frotas cada vez que limpias la herida, irritarás el tejido causando inflamación, lo que estimulará al cuerpo a reaccionar e iniciar el proceso de granulación/construcción de tejido cicatricial. Frotando también eliminas las células bebé sanas que se han formado retrasando el proceso de curación y volviendo a lesionar la herida (creando más inflamación) cada vez.
A continuación, los cuidadores de caballos suelen vendar la herida para mantenerla limpia. Pero esto priva a la herida de oxígeno -otro elemento, como la humedad- que las células sanas necesitan para sobrevivir.
Cuando desglosamos el proceso, resulta evidente por qué se produce la carne de orgullo. Estos métodos no han cambiado mucho en los últimos cincuenta años. Quizá haya llegado el momento de replantearse la forma de actuar. Hay varios productos y métodos que son útiles. A continuación se ofrece una lista de los pasos que deben seguirse al cuidar las heridas.
1. La herida debe protegerse lo antes posible con un producto sebáceo antes de que se seque.
Para este paso, recurre a uno de los siguientes aceites:
- Aceite de oliva ozonizado (antibacteriano/antifúngico/antiinflamatorio)
- Aceite de ginkgo (antibacteriano/antiinflamatorio/control del exceso de producción de sebo)
- Oligoelementos – contiene oligoelementos
2. Limpia la herida utilizando la menor cantidad posible de limpieza mecánica con productos suaves (no astringentes).
La siguiente lista de productos funciona bien para este paso. Deben dejarse sobre la herida durante al menos cinco minutos antes de aclarar.
- Un producto a base de azufre (como Zolfo) como antifúngico
- Champú Crema Mineral Plus – a base de miel, actúa como antibacteriano
Las bacterias y los hongos compiten entre sí, por lo que es mejor tratar ambos al mismo tiempo.
3. Hidrata la herida utilizando un acondicionador humectante, que atrae la humedad a la piel
Busca un acondicionador con pH equilibrado formulado para animales (no utilices productos para humanos). Déjalo actuar de 8 a 10 minutos y acláralo.
4. Venda la herida – o no la vendas
Si es necesario vendar la herida, utiliza la menor cantidad posible de material de vendaje para que pueda respirar y curarse. En muchos casos también puedes dejarla sin vendar, ya que una pequeña cantidad de aceite sobre la herida repelerá los restos.
Cuando se trata de curar heridas y prevenir el orgullo carnoso, el objetivo final es minimizar la inflamación, prevenir suavemente las bacterias/hongos, hidratar y alimentar el tejido para que pueda curarse de forma natural. Fregar, secar y restringir el oxígeno es una gran receta para el fracaso. Si seguimos haciéndolo de la misma manera, ¿cómo podemos esperar resultados diferentes?