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La Vejez es la Condición, No la Enfermedad: Comprender las Enfermedades Metabólicas
A medida que las mascotas (y los humanos) envejecen, las cosas cambian. En nuestros negocios, lo vemos todo el tiempo: los perros mayores huelen un poco más, se les adelgaza el pelo y les salen tumores cutáneos e incluso cancerosos. ¿Por qué ocurre esto? ¿Es sólo la vejez? La respuesta es sí, en gran parte puede achacarse a la vejez, pero como decimos en medicina: “La vejez no es una enfermedad. Es una condición”.
A medida que envejecemos, todas las partes del cuerpo empiezan a descomponerse y a perder sus funciones normales. La piel es una de las zonas prominentes en las que lo vemos. No podemos ver el hígado, los riñones o la glándula tiroides, pero sí los efectos primarios y secundarios de su deterioro en la piel.
Con el ciclo de queratinización (envejecimiento y trabajo hacia fuera de las células de la epidermis), la piel funciona como un sistema excretor para desintoxicar el cuerpo. Normalmente pensamos en el hígado que desintoxica el cuerpo y excreta los desechos a través del tubo digestivo, y en los riñones que desintoxican el cuerpo y excretan las toxinas a través de la orina, pero la piel también funciona en esta capacidad. Tomará las toxinas del interior y las llevará a la superficie de la piel. Por eso muchos perros viejos tienen problemas de piel.
Una vez que estas toxinas llegan a la superficie, cambian el entorno y el pH de la piel, provocando toda una cascada de problemas. La consecuencia más común que vemos es la caída simétrica del cabello. La mayoría de las veces, lo asociamos a la enfermedad tiroidea, que modifica el metabolismo del organismo. Sin embargo, también podemos verlo con la enfermedad de Cushing (secreción excesiva de cortisonas de la glándula suprarrenal), la enfermedad de Addison (secreción insuficiente de dos tipos de cortisonas de la glándula suprarrenal), la diabetes (azúcares elevados en sangre) y problemas hepáticos y renales. En la mayoría de los casos, se produce una caída del cabello, pero en la enfermedad de Cushing y, ocasionalmente, en la diabetes, aparecen infecciones secundarias que coinciden con la caída del cabello.
Al evaluar estas enfermedades frente a la caída del cabello debida a una infección, es esencial conocer las diferencias. La principal diferencia es que las enfermedades metabólicas son un problema de todo el cuerpo y son simétricas, lo que significa que la pérdida de pelo tiende a ser igual y similar en ambos lados del cuerpo. La caída del cabello debida a una infección tiende a ser esporádica en todo el cuerpo, en zonas de distintos tamaños y en parches.
¿Por qué es importante? Como peluquero con una formación correcta, las infecciones cutáneas pueden tratarse muy eficazmente. Sin embargo, si se trata de una enfermedad metabólica, cualquier esfuerzo del peluquero no tendrá éxito si no se aborda el problema subyacente.
Mi regla general es que cualquier perro de más de siete años con un problema cutáneo debe ir al veterinario para que le haga análisis de sangre para ver qué le ocurre internamente. Nunca está de más comprobar los análisis de sangre a cualquier edad, porque incluso he visto perros jóvenes con algunas de las enfermedades metabólicas mencionadas, pero eso es más la excepción que lo normal.
Muchos peluqueros empiezan a tratar el problema de la piel sin comprobar primero la sangre de estos perros mayores, y lo que suele ocurrir es que obtienen resultados entre decentes y buenos hasta que detienen el proceso. Si bañas a estos perros con frecuencia, puedes cambiar el entorno de la piel. Al diluir las toxinas de la piel mediante el baño frecuente, estás creando un entorno pseudonormal. Sin embargo, cuando dejas de hacerlo, las toxinas vuelven a acumularse y todo vuelve a desmoronarse.
Como peluquero, debes reconocer y animar a tus clientes a buscar atención veterinaria cuando veas o sientas que se están produciendo cambios. Por favor, no diagnostiques ni pienses que con mirar a una mascota sabes exactamente lo que ocurre. Por eso son cruciales los análisis de sangre, pues todas estas enfermedades pueden tener el mismo aspecto.
Los perros con estas enfermedades también pueden tener un historial común de beber más agua y orinar con más frecuencia, lo que suele denominarse PU/PD (poliuria/ polidipsia). Ésta es otra forma en que el cuerpo intenta desintoxicarse.
El peluquero desempeña un papel vital a la hora de reconocer el posible problema, conseguir ayuda para el animal y devolver la salud al pelo y la piel. Estas mascotas se beneficiarán de productos que estimulen el crecimiento del pelo, creando un buen entorno mediante la adición de hidratación, oligoelementos, vitaminas y productos que fortalezcan el pelo existente; en otras palabras, utilizando productos diseñados para conseguir esas cosas.
El champú por sí solo no es la respuesta, porque elimina los preciados aceites necesarios para reconstruir la barrera cutánea. Es muy importante buscar acondicionadores o sprays con un pH equilibrado para ayudar en esta tarea.
Considero que los peluqueros son vitales para reconocer precozmente estos problemas relacionados con la vejez en nuestras mascotas. La mayoría de los propietarios no son tan rápidos en notar los cambios porque están con las mascotas a diario y a menudo no tienen tantos conocimientos como un peluquero para detectar estos cambios tempranos y sutiles. Además, al ver a una mascota cada dos u ocho semanas, normalmente notarás los cambios más rápidamente que el veterinario, así que no dudes en llamar la atención del cliente y animarle a buscar ayuda.
El dicho “Si ves algo, di algo” es muy apropiado en este caso. Puedes salvar la vida de uno de tus “amigos” favoritos en las últimas etapas de su vida ¡siendo proactivo!