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Jugar a detective dermatológico: Una investigación, no un diagnóstico
Como veterinario, diagnosticar procesos patológicos en animales de compañía es similar a un detective que reúne pistas para determinar el crimen. Y como en cualquier escena del crimen, cada pista es importante, por lo que hacer preguntas forma parte de la investigación. No es distinto si eres un peluquero que trata problemas de piel.
Entonces, ¿qué es lo más importante que hay que mirar? Lo primero es siempre la “señalización”, es decir, la información básica. Son cosas como la edad, la raza, la salud general, la naturaleza de los problemas cutáneos, el tipo de lesiones presentes, el patrón de las lesiones, etc.
La edad, por ejemplo, empieza a reducir o dirigir nuestra lista de posibles enfermedades. Si veo un perro joven con mucho picor en la piel, mis principales descartes son la piel seca y los ácaros demodécticos. Si veo un perro viejo que tiene una caída simétrica del pelo, empiezo a pensar en algún tipo de enfermedad hormonal o metabólica (hepática, renal, etc.).
También vemos muchas mascotas con problemas específicos de su raza, por lo que siempre tenemos que considerar si los signos coinciden con las enfermedades a las que es propensa la raza. Éstas son algunas de las enfermedades más comunes que vemos:
La adenitis sebácea es una enfermedad inflamatoria que provoca la cicatrización de las glándulas sebáceas, lo que acaba provocando una producción deficiente de sebo. La piel se vuelve muy seca y se producen cambios notables en el carácter del pelo. Razas comunes afectadas: Caniches/Doodles, Akitas, Vislas, Habaneros, Samoyedos, Pastores alemanes.
La Dilución del Color es una enfermedad hereditaria asociada al color recesivo del pelo, más comúnmente azules y leonados. Muchos de estos perros tienen pelos frágiles y débiles o carecen totalmente de pelo. Algunos de los pelajes pueden ayudarse o mejorar significativamente con productos adecuados.Razas comunes afectadas: Dobermans, Labradores Retriever, Chow Chows, Chihuahuas, Gran Danés, Yorkshire Terriers, Terriers sedosos, Perros pastor de Shetland, Caniches estándar, Pastores alemanes, Perros de montaña de Berna.
La ictiosis es una enfermedad hereditaria en la que la piel se vuelve muy rápidamente. El ciclo normal de la piel (queratinización) suele ser de 21 días, pero con la Ictiosis, la piel puede darse la vuelta cada tres o cuatro días. Esto provoca la descamación constante de grandes cantidades de piel y caspa.
Razas comunes afectadas: Golden Retriever, Cavalier King Charles Spaniel, Bulldog americano, Jack Russel Terrier, West Highland White Terrier.
La Dermatosis Reactiva al Zinc es un problema cutáneo, a menudo con infecciones secundarias, creado por la falta de absorción de zinc a través del tracto intestinal. Razas comunes afectadas: Malamutes, Huskies, Bull Terriers.
La alopecia por afeitado es la pérdida irregular o total del pelaje tras recortarlo o afeitarlo. A menudo, el pelaje queda inactivo y puede que no vuelva a crecer nunca sin los productos adecuados para estimular el rebrote. Alopecia X y Enfermedad de la Piel Negra son dos nombres comúnmente asociados a esta afección. Razas comunes afectadas: Pomeranias, Chow Chows, Samoyedos, Malamutes, Huskies, Keeshounds.
La enfermedad autoinmune es una enfermedad en la que el cuerpo de la mascota tiene una respuesta alérgica a sí mismo. Esto requiere altos niveles de antiinflamatorios o quimiofármacos para calmar el sistema inmunitario. Los peluqueros pueden desempeñar un papel esencial en la curación de las lesiones cutáneas, pero es necesaria la atención veterinaria para que la mascota entre en remisión. Razas comunes afectadas: Pastores alemanes, mezclas de pastores alemanes, Border Collies, Collies.
(NOTA: Esta lista no es exhaustiva, y pueden verse afectadas otras razas, pero éstas son algunas de las más comunes)
Lamentablemente, muchas de estas afecciones se diagnostican como alergias o se consideran no tratables. Dada la causa, la mayoría de ellas son afecciones “no curables”, pero pueden mejorarse significativamente utilizando los productos y técnicas adecuados a la enfermedad. Si no se conoce el origen, a menudo se adopta un enfoque equivocado.
Si tienes un perro con un problema cutáneo que sigue un patrón determinado, también es una gran pista. Por ejemplo, si se trata de una alergia a una planta o al polen que provoca una reacción al respirar el polen y se manifiesta como una reacción en todo el cuerpo, el rascado será generalizado. O, si tenemos un perro con malas orejas, inflamación alrededor del ano, vientre enrojecido y picor en las patas, entonces empezamos a pensar en alergias alimentarias. Si el rascado y la pérdida de pelo se producen desde la caja torácica hacia atrás, debemos pensar en una dermatitis por picadura de pulga (inflamación/infección de la piel). Pero si se trata de una pérdida de pelo simétrica, debemos pensar en un problema de todo el cuerpo. Si es irregular o no simétrica, entonces pensamos más en una infección (normalmente secundaria).
Determinar si un problema es agudo (acaba de ocurrir recientemente) o crónico (se prolonga en el tiempo) es crucial. ¿Es algo que ocurre todos los años en la misma época (alergias)? Hacer este tipo de preguntas es probablemente una de las cosas más importantes que podemos hacer como detectives para obtener la respuesta. He aquí algunas preguntas clave:
Preguntas generales:
- ¿Qué hace la mascota durante el día?
- ¿Dónde se tumba la mascota?
- ¿Cuánto tiempo pasa la mascota en el interior frente al exterior?
- ¿La mascota sólo sale al patio o sale a pasear?
- ¿El perro va a nadar? ¿dónde?
Para problemas agudos:
- ¿Qué ha cambiado recientemente?
- ¿Has cambiado su alimentación en los últimos dos meses?
- ¿Has empezado algún tratamiento o suplemento nuevo?
- ¿Ha cambiado algo en el hogar?
- ¿Hay cosas estresantes en casa? (¿Un hijo que va a la universidad? ¿Una empresa? ¿Problemas matrimoniales?)
- ¿Has cambiado el detergente, los productos de limpieza, las camas del perro, etc.?
Para problemas crónicos:
- ¿Cuándo empezó?
- ¿El problema es constante o intermitente?
- ¿Cambió algo entre uno y tres meses antes de que esto empezara?
- ¿Tiene el perro algún problema de salud?
- ¿Ha visitado la mascota a un veterinario y cuál fue el diagnóstico?
- ¿Tomó el perro alguna medicación?
Todos estos indicios pintan un cuadro de lo que podría ser el origen del problema. Sin embargo, como peluquero no puedes diagnosticar una enfermedad. Pero no se trata de diagnosticar, sino de ser primero un defensor de la mascota. Puedes educar a tu cliente sobre las posibles causas o las cosas que puede ser necesario cambiar en el entorno. O puedes tomar toda esa información para ayudar a diseñar un plan de restauración que devuelva la salud a la piel. Pero después de todas estas preguntas, la respuesta suele ser: “Tienes que llevar a esta mascota a tu veterinario o a un dermatólogo”.
Resolver problemas de piel o pelo -ya sea un veterinario diagnosticando o un peluquero recopilando información- requiere un pensamiento crítico. Para avanzar con un enfoque científico, debes reunir todas las pruebas, como un detective que evalúa un crimen. De lo contrario, te limitarás a hacer conjeturas. Así que la próxima vez que alguien pregunte: “¿Qué debo usar para los picores de mi perro?”. ¡espero que se dé cuenta de que se necesita más información para responder a la pregunta!